El uso del patinete aporta un sinfín de beneficios al niño, puesto que además de un entretenimiento divertido es un deporte. Entre todos ellos, destaca el aumento del equilibrio y la concentración, al tener que mantener en todo momento recto el vehículo y evitar caer al suelo. Ayuda a fortalecer los músculos de las piernas, los pulmones y el corazón y favorece la circulación sanguínea, así como mejorar la resistencia física.
A la hora de escoger un patinete para nuestro hijo deberemos tener en cuenta, sobre todo, su edad. Los niños pueden empezar a practicar este deporte a partir de los dos años de vida. En esta etapa, lo mejor es adquirir patinetes de tres ruedas, dos delanteras y una trasera, para facilitar el control del aprendizaje y del vehículo en sí. Es importante que en la parte trasera solo haya una rueda, puesto que de haber dos el niño tendría más dificultades para mentener el equilibrio, tocaría las ruedas con el pie constantemente y caería.
A partir de los cinco años, el niño ya puede empezar a usar patinetes de dos ruedas en lugar de tres. Sin embargo, no todos los de dos ruedas son adecuados para esta edad. Lo más aconsejable, entre los cinco y los ocho años, es seleccionar un patinete con ruedas extra anchas para facilitar el agarre y aportar una mayor estabilidad al niño.
A partir de los ocho años, y dependiendo del nivel del niño, ya podemos seleccionar patinetes más avanzados, con ruedas de perfil de perfil off-road de 230mm de diámetro para caminos de tierra o circuitos, o neumáticos deportivos. Si el niño no tiene ningún tipo de experiencia en la práctica del patinaje, es mejor que descartemos los patinetes con este último tipo de neumáticos.
Además de la edad del niño, es importante tener en cuenta el uso que le va a dar al patinete. Es decir, si queremos proporcionarle uno para pasear, jugar, ir a la escuela, etc., lo más aconsejable es adquirir uno cómodo, práctico y sencillo, con ruedas de 125 mm de diámetro y suspensión delantera para una mejor absorción de los baches.
Si nuestro hijo cuenta con un nivel más avanzado e incluso quiere empezar a practicar el freestyle, entonces podemos seleccionar un patinete más específico. En estos casos, se recomiendan aquellos modelos más ligeros y resistentes, con ruedas más duras, de perfil plano y 100mm de diámetro y rodamientos más rápidos.
En todos los casos, es imprescindible fijarse en el sistema de frenado del patinete para asegurar que el niño podrá frenar sin problemas. En este sentido, nunca está de más que cuente con paragolpes delantero, sobre todo para los niños de dos a seis años, a fin de evitar lesiones graves en caso de caída. Asimismo, siempre es aconsejable que sea de fácil montaje y plegable para poder transportarlo sin problemas en el coche.
Por supuesto, no podemos olvidarnos de las medidas de protección. Recuerda que debes equipar al niño con un casco, rodilleras, coderas y un calzado adecuado. Ten en cuenta todas estas claves y escoge el mejor patinete para tu hijo.
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