En la cocina para prevenir los daños a la campana extractora y sobretodo un fuego por la acumulación de aceites.
Por más cuidado que prestemos a la hora de cocinar, la campana extractora es un lugar donde la grasa se acumula sin remedio, especialmente en las rejillas.
Cómo limpiar la campana extractora fácilmente
Antes de empezar a limpiar la campana de extracción de humos de tu cocina, pon agua con zumo de limón a hervir en una olla con la campana encendida, para que el vapor suba y reblandezca la grasa que ha quedado incrustada en las rejillas de la campana.
Desconecta o desenchufa la campana extractora de la toma de corriente eléctrica para poder limpiarla sin ningún tipo de riesgo.
Retira las rejillas de la campana y rocíalas con el producto antigrasa que utilices habitualmente en tu cocina y déjalo actuar durante unos minutos.
Limpia el interior de la campana con una bayeta o estropajo suave, impregnado del mismo líquido quitagrasa o del jabón de lavar los platos.
Para limpiar las rejillas, ayúdate de un cepillo para retirar los restos de grasa. Acláralas con abundante agua caliente y déjalas secar.
Cuando se hayan secado por completo las rejillas de la campana extractora, vuelve a montarlas y ya tendrás la campana de tu cocina limpia durante un tiempo.
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