Con la proximidad del calor extremo y el aumento de horas en casa, conviene saber cómo darle mantenimiento y tenerlo en perfectas condiciones. Es importante limpiar el aparato de aire acondicionado antes de encenderlo tras meses apagado.
El verano está a la vuelta de la esquina y, de hecho, el calor ya se ha instalado en los termómetros. El uso del aire acondicionado vuelve al panorama cotidiano; en Zaragoza ya se han registrado temperaturas superiores a 30 grados centígrados esta primavera. Naturalmente, se puede sobrevivir a un verano caluroso sin aire acondicionado, pero no cabe duda de que es un arma poderosa para llegar a octubre con menos sufrimiento. Si se tiene la suerte de contar con uno, hay que cuidarlo.
De octubre a mayo, el aparato coge pulso por el desuso. Antes de volverlo a encender, hay que asegurarse de que está limpio y que cumplirá todas sus funcionesde manera correcta además de la principal, refrescar la estancia. Se trata de que el aire que expulse sea lo más puro posible, porque junto a la suciedad también se acumulan las bacterias. Además, un equipo puesto a punto mejora la eficiencia energética, porque gasta menos; se alejan las posibles averías con un poco de previsión y, punto importante, los malos olores.
Cómo limpiar bien el aire acondicionado
Una limpieza a conciencia no debería suponer más de media hora de trabajo. Eso sí, cuando la instalación tiene más de 5 KW de potencia, el mantenimiento debe ser hecho por un profesional. Lo primero es limpiar bien los filtros: una aspiradora resulta eficaz, pero si están muy sucios hay que sumergirlos en agua fría, cepillarlos con jabón antibacteriano y dejarlos secar. Luego viene la limpieza del ‘split’ o rejilla interior; ahí el secreto es darle agua con jabón a conciencia y secar con un paño limpio.
Revisar bien la instalación del aire acondicionado
La unidad exterior de la instalación (la caja cuadrada que sobresale en ventanas y galerías) debe tener las entradas de aire y desagües libres de obstrucciones. También conviene limpiar la batería de intercambio con un cepillo. Es fundamental revisar el depósito de gas refrigerante y comprobar que no hay pérdidas; si hay que rellenarlo muchas veces en un solo verano, obviamente las hay, pero comprobarlo a posteriori es mucho más engorroso; en ese caso, además, hay que llamar a un profesional.
Por último y no menos importante, hay que darle un uso responsable; lo ideal es rondar siempre los 25 grados. También conviene evitar los cambios bruscos de temperatura, porque pueden dañar el aparato.