Alguna vez te has preguntado cuándo utilizar el ventilador del horno? La mayoría desconoce su funcionalidad, y prescinde de activar esta opción mientras asan u hornean sus alimentos. Sin embargo, las ventajas que proporciona pueden dar muy buenos acabados a tus platos.
¿Para qué sirve un ventilador de horno?
El propósito de este aparato dentro de nuestro horno es el de facilitar la circulación del calor por todo el interior. De esta manera lo que se consigue es repartirlo de igual forma sobre el alimento, distribuyéndolo en su totalidad. Así se evita que alguna parte de tu deliciosa comida quede fría. En resumen, el ventilador reparte la temperatura escogida por el interior del horno.
Por otro lado, esta opción también sirve si pretendemos descongelar un alimento, mientras mantenemos la temperatura baja. Además podemos recurrir a la función del ventilador para asar con una temperatura alta sin añadir más calor ni por debajo ni por encima.
¿Qué alimentos precisan de una buena distribución del calor?
Las comidas en las que se requiere un buen repartimiento del calor son especialmente aquellas tipo asados o postres y dulces. Por ese motivo es ideal encender el ventilador de horno en alimentos como roastbeef, pollo, cerdo, verduras asadas, así como bizcochos, flanes, hojaldres, magdalenas e incluso pan. Por tanto, en la repostería se utiliza mucho para lograr que el alimento suba, tanto para recetas que llevan levadura como si no.
En caso de que el horno no tenga ventilador, debe usarse el calor solamente por la parte de abajo para que así las masas suban. Sin embargo, es recomendable poner esta posición al encender el horno para la mayoría de comidas; del mismo modo, será apropiado limpiar el horno cuando todavía esté caliente, para facilitar así la tarea de limpieza.